Proximidad y distancia

En entradas anteriores hemos visto como la jerarquía y las alineaciones son imprescindibles para ordenar y distribuir los elementos de una composición. Hoy vamos a ver otro sencillo recurso: el de la proximidad.

La regla de la proximidad dice que aquellos elementos que guardan relación entre sí deben agruparse y situarse cerca unos de otros y, a su vez, separarse de aquellos con los que no hay relación. Situar alejadas o a la misma distancia aquellas partes que guardan nexos entre si hace que no sepamos detectar qué vínculos existen entre ellas. De hecho, si no se agrupan los elementos relacionados, puede pasar inadvertido ese vínculo. La consecuencia de aplicar esta regla de composición es que en el documento aparecen bloques de elementos relacionados entre sí, entre los cuales se genera un espacio en blanco que actúa como separador. De esta manera, el ojo, con un vistazo rápido, detecta estas agrupaciones e interpreta que existe una relación de contenidos.

Para poder jugar adecuadamente con la proximidad y la distancia entre elementos es preciso tomarse un tiempo para detectar las relaciones existentes entre los elementos y los contenidos. Esta pequeña reflexión previa nos dará las pistas que necesitaremos para agruparlo todo con coherencia. Y también nos ayudará a detectar las separaciones que necesitaremos para que vayan apareciendo los diferentes bloques de elementos relacionados.

Espero que os haya resultado interesante. 😉